El uso de prismaticos con arnés

He tenido la oportunidad de comprobar que no solo el arnés es cómodo para el uso de un prismático o binocular así como una cámara de fotos, sino que nos alarga la vida nuestros instrumentos ópticos y nos lo protege.

Como ya sabemos el arné es el correaje que nos permite llevar colgado el prismático  al pecho,  este nos reparte el peso en nuestra espalda y nos otorga la posibilidad de  llevar las manos libres para su uso en cualquier momento, en el instante que deseamos hacer uso de este, solo tenemos que tirar de él y llevar los oculares a los ojos para observar lo que queramos ver, como norma general el arnés nos da la posibilidad de soltar el prismático solo con pulsar algún mecanismo o hebilla así como ajustarlo a nuestra comodidad para que quede a la altura que deseemos en el pecho.

A diferencia de la correa que incluye nuestros prismaticos cuando los adquirimos, este sistema no nos presiona el cuello ni nos lo fatiga y cuando nos tenemos que agachar por alguna circunstancia de aproximación al objetivo, no nos hace el llamado efecto cencerro.

Y es justo este efecto cencerro el que hace que golpeemos nuestros prismaticos contra el suelo, piedras o ramas, dañando su recubrimiento y en algunos casos para aquello prismaticos que tienen telemetro y llevan algún botón que sobresale de la superficie de este termine arrancado o fracturado así como su rueda de enfoque.

Habitualmente el arnés va fijado sobre las asas del prismático, en la mayoría de los modelos o por el contrario también pueden ser específicos como en el caso de Swarovski, una de las marcas punteras y de más calidad tanto en prismaticos como en telescopios.

Normalmente casi todas las marcas de prismaticos, tienen disponibles su arnés para los productos que comercializan como es  Zeiss, Bushnell y muchas otras, incluso tienen la posibilidad de comprarlos de un llamativo color como puede ser el caso de Leica en color naranja, los cuales tienen la ventaja de que en caso de que los suelte en algún lugar, siempre resalta el color como para no dejárselos olvidados o disponer de un sistema contenedor mucho más efectivo en la protección como puede ser el caso de Onca, donde el binocular o prismático va dentro de una funda protectora, soportado por las correas propias del arnés.

Por todo ello, para quien no ha tenido la oportunidad de usarlo, le animo a que los utilice.